No se requiere ningún tipo de condición o requisito previo para la actividad.
La experiencia del juego es apta para todos aquellos que estén interesados en la búsqueda interior, para aquellos que quieran continuar y profundizar el autoconocimiento y el desarrollo del pleno potencial humano, o para aquellos que estén atravesando un particular momento de crisis.
Es una herramienta adecuada para afrontar situaciones concretas que el participante sienta la necesidad de aclarar y aclararse, ya que la propia evolución del juego revela posibles soluciones siempre y cuándo se le ponga la intención y atención adecuadas.
La propuesta es una limpieza interior de cualquier ignorancia "kármica" que abra al participante la oportunidad de moverse por el "Gran Juego de la Vida" encontrando una evolución de sus hábitos, patrones de conducta y comportamientos compulsivos repetidos.
Carl Gustav Jung escribió: “El que mira en el espejo del agua, observa primero su propia imagen. El que se mira a sí mismo, corre el riesgo de conocerse. El espejo no adula, muestra exactamente lo que se refleja en él, esa cara que nunca mostramos al mundo porque la escondemos detrás de la máscara del actor. Esta es la primera prueba de valentía en el camino interior, una prueba que resulta suficiente para asustar a la mayoría, pues el encuentro con uno mismo pertenece a las cosas poco placenteras, las cuales evitamos mientras nos sea posible proyectar lo negativo al medio ambiente”.
La actividad también es apta para quien quiera emprender o está emprendiendo un trabajo sobre sí mismo, para que no se sienta demasiado solo y asustado y pueda superar esta “primera prueba de valentía en el camino interior”.